lunes, 11 de junio de 2012

El conflicto del subte: la larga lucha por no hacerse cargo

Hace ya 6 meses que la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner y el jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, se enfrentan por el traspaso del subte de la Ciudad de Buenos Aires. El reclamo histórico de la Capital por tener la potestad sobre el manejo de una red que corre exclusivamente bajo su suelo pareció hacerse realidad a principios de este año cuando el Gobierno Nacional convocó a la Ciudad para iniciar el traspaso: el 3 de enero, ambos gobiernos firmaron un acta-acuerdo en que se dio inicio al proceso y se comprometieron a trabajar en dicho sentido.

Al momento del traspaso, la línea de subtes comprendía de las siguientes líneas y cantidad de pasajeros:



El 6 de enero, Mauricio Macri dispuso un aumento del 127% en los pasajes del subterrános, justificando su decisión en que se estaba "actualizando" la tarfia tras 8 años de inflación. Además, aseguró que la Ciudad necesitaría los recursos extras ya que la Nación se había comprometida a transferir únicamente el 50% de los subisidios por un año.

Sin embargo, la Tragedia de Once del 22 de febrero cambió el panorama. A través de una conferencia de prensa, anunció que suspendía el traspaso de los subtes. Macri se escudó en las "enormes inversiones" que necesitaba el subte para garantizar la seguridad de los usuarios y que, según su criterio, debían ser realizadas por el Estado Nacional.  Sus declaraciones fueron reflejadas en su cuenta oficial de Twitter.




La respuesta de Cristina Fernández de Kirchner no se haría esperar. Combativa como de costumbre, aprovechó la apertura de las sesiones legislativa del 1° de marzo para contestarle a Macri:


Una semana después, el Ejecutivo envió un proyecto de ley al Congreso para transferir la red de subtes, el tranvía de Puerto Madero y las 33 líneas de colectivos con recorridos que comienzan y terminan en territorio porteño al Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.

Aunque la oposición aprovechó las discusiones en el Congreso para fustigar al Gobierno Nacional por su política de transporte, contó el kirchnerismo contó con el apoyo dividido de la UCR y el FAP y se oficializó el traspaso por ley, el 28 de marzo.

Durante el mes de mayo, los representantes sindicales del subterráneo emprendieron medidas de fuerza para exigir una recomposición salarial y mejores condiciones de trabajo y seguridad. Además de levantamiento de molinetes, se realizaron dos días enteros de paro y amenazaron con 3 días más la semana siguiente. Sin embargo, el conflicto pudo evitarse tras un "acuerdo precario" con los trabajadores.

El proceso de traspaso pareció llegar a un punto muerto por la negativa de Macri de hacerse cargo del subte, hasta que, la semana pasada, la Presidenta transifrió la Secretaría de Transporte del Ministerio de Planifcación al Minsiterio de Interior, liderado por Florencio Randazzo.

Así comenzaron las primeras negociaciones para crear la Agencia Metropolitana de Transporte, un ente tripartito que incluyes la Nación, la Ciudad de Bs. As. y la provincia. Hasta ahora, sólo se concretó una reunión inicial en la cual Randazzo, Macri y el gobernador Daniel Scioli se comprometieron a trabajar juntos en el transporte de la región metropolitana.

Del subte, ni se habló.

Cronología del conflicto:

jueves, 5 de abril de 2012

Amado Boudou: el Vicepresidente frente al espejo (Parte 2)


Al entrar a su habitación del departamento cuatro ambientes de Puerto Madero, Amado Boudou, el Vicepresidente de los argentinos, se sacó la corbata y la arrojó sobre la cama de dos plazas. Las luces automáticas del baño en suite se encendieron apenas entró. Petrificado frente al espejo, Amado se quedó  unos minutos examinando su apariencia. Su cabellera joven y rebelde seguía igual de atractiva que siempre, pero esas ojeras definitivamente no estaban allí la semana pasada. Tampoco se acordaba de otra ocasión en que se notaran tan marcadamente las aureolas de su sudor a través de la camisa.
Se empapó la cara y se peinó hacia atrás la melena. Pero la figura reflejado en el espejo cruzó los brazos mientras lo observaba tomar la toalla de manos y le dijo:
-Creo que ya lo sabés, ¿no? Se nos acabó el sueño.
El Vicepresidente, que recibió la revelación propia como una puñalada al corazón, se desplomó con sus brazos sobre el mármol blanco. Tras un largo suspiro, levantó la mirada y se vio preocupado.
-A mí no me vengas con eso, Aimé- respondió Boudou. -Sabés que miles de políticos argentinos han estado involucrado en cosas peores y salieron intactos. Tenemos la mala suerte que nos tocó un gobierno que se encargó de tocarle el culo a los más poderosos. Pero, ¿sabés qué? Estoy orgulloso. Ya le ganamos una vez al hijo de puta de Magnetto, y vas a ver cómo puedo hacerlo de nuevo.
-No sé, Amado. Honestamente, ¿te ves como el próximo Presidente? Decían que ningún gobierno sobrevive tres tapas de Clarín. Sabemos que Néstor probó que no es verdad. Pero no es lo mismo un gobierno que un funcionario. A Jaime lo destrozaron. Ni quiero pensarlo, pero a nosotros nos puede pasar lo mismo... 
Aimé frenó un segundo y observó, casi con pena, la cara de espanto del Vicepresidente. Intentó calmarlo:
-Hay que darnos cuenta de que no somos Cristina. No somos intocables. Tenemos que aceptar que no tenemos las manos limpias con Ciccone ni Vandenbroele. Pero también que es verdad que empezamos en la UCeDé, que no nos simpatiza Moreno, ni Kicillof, ni su ideología...
-Pará, pará...
-Y que preferimos caerle mejor a los del FMI y el Club de París que a...
-Bueno, basta- cortó en seco el Vicepresidente.-Ya sé a que te referís. Pero ya está. Ahora este soy yo. Somos un ex-neoliberal arrepentido. ¿Y qué? Cristina lo dijo: un hombre puede cambiar de pensamiento.
-Sí, pero vos no camb...
-Eso no importa. Yo voy a ser Presidente, y para serlo, voy a transformarme en lo que tenga que ser.
Aimé se quedó mirándolo pensativo desde el espejo. Y finalmente exclamó:
-Bueno, pero para eso te falta transformarte en algo más.
El Vicepresidente lo miró sorprendido:
-¿En qué?
-En un funcionario honesto.
Amado Boudou volvió a su habitación y , al mismo tiempo que las luces automáticas del baño se apagaban, se dejó caer sobre las sábanas de algodón peruano de su cama.